La laguna salada más grande de Europa es una de las etapas de la gran migración de las grullas. Hasta 100.000 ejemplares se pueden agrupar en invierno, un sobrecogedor espectáculo de la naturaleza.
Cerca de la Laguna de Gallocanta encontramos la ciudad de Daroca, antiguamente llamada Calat Darwaca, ciudad fundada por los árabes de origen yemenitas en 862. Fue musulmana durante 400 años, pero la ciudad sucumbió a la reconquista cristiana de 1122, cayendo en las manos de Alfonso I, rey de Aragón. La ciudad es un conjunto fortificado rodeado de murallas, 4 km de ellas, construidas durante los siglos XIII y XVI, que hoy en día aun se conservan perfectamente. Durante muchos años, tres culturas cohabitaron en la ciudad: la cristiana, la musulmana y la judía. Durante esta época, el arte Mudéjar (arte cristiano influenciado en gran parte por el arte arábigo) aflorará por toda la región, construyendo autenticas joyas de la arquitectura: numerosas iglesias y edificios que son ahora testimonio de aquellos tiempos. La ciudad vivirá las guerras de sucesión por el trono de España, la guerra de la independencia contra las tropas de Napoleón (quienes saquearon y destruyeron parte de la ciudad), guerras carlistas, la guerra civil…un seguido de episodios en la historia que han dejado su huella en esta preciosa ciudad.
Su gastronomía va muy ligada al paso del rio Jiloca, en cuya orilla se cultivan numerosas verduras y hortalizas. Pero si algo es destacable son sus ternascos y su gran variedad de postres, entre ellos las rosquillas de Daroca.